Hay ciertos indicadores que nos ayudan a determinar si la sensación que tenemos cada mañana al levantarnos y pensar en "enfrentarnos" con la clase son síntomas de estrés docente o burnout.
Lo primero que puede notar el compañero que vive una situación de estrés docente es:
- Sentirse con ansiedad y sentimientos de impotencia antes de empezar la jornada laboral.
- Sentirse incapaz de de hacer frente a problemas de indisciplina.
- Sentirse abrumado con el trabajo burocrático añadido.
- Sentirse exhausto, irritado y deprimido al terminar la jornada laboral.
- Sentirse desvinculado del centro de trabajo y de los compañeros.
- Sentirse mal pagado y sobrepasado por el trabajo.
Esto genera una serie de síntomas como son:
- A nivel conductual: desequilibrios alimenticios, insomnio...
- A nivel fisiológico: sensación de falta de energía, fatiga física crónica.
- A nivel físico: dolores de cabeza, úlceras, indigestiones, problemas en la espalda o en las cervicales. Sensación de malestar general.
- A nivel psicológico: fatiga psíquica crónica, pérdida de interés en lo que se hace, sentimientos de inutilidad.
- A nivel emocional: sentimientos de ansiedad, insatisfacción, depresión, temor, frustración, baja autoestima y pobre autoimagen.
Ante estos síntomas podemos hablar de posible indicadores de estrés docente. En la próxima entrada hablaremos de cuáles son las causas más frecuentes generadoras de estrés.