Me gustaría empezar esta entrada de inicio de año diciendo que todo ha vuelto a la normalidad, pero no es así. Debido a la situación tan grave de Pandemia que estamos viviendo en Extremadura se están dando problemas que nos transmiten nuestros compañeros/as que están a pie de aula. Por un lado en Infantil y Primaria, la Consejería ha determinado sin mucho criterio que las clases sean presenciales a pesar del frío gélido y de la situación de COVID que vivimos en esta semana. Somos número 1 en incidencia de contagio de todas las Comunidades. Ello conlleva que los maestros/as para evitar contagios y como medida preventiva mantengan las ventanas abiertas con temperaturas incluso por debajo de 0 grados. Los maestros/as están sufriendo el gélido invierno y con ellos los alumnos/as, además del riesgo que supone seguir dando clases presenciales con la posibilidad de contagios.
En cuanto a los compañeros/as de Secundaria han tenido más "suerte" ya que la administración ha decidido que las clases sean online pero se están dando nuevos problemas. Uno de ellos está empezando a aparecer en las clases con la plataforma Meet donde ciertos alumnos se pasan el enlace y entran chavales que no pertenecen a la clase para intentar boicotear. Menos mal que muchos están aprendiendo cómo se puede bloquear y expulsar a este tipo de participantes, pero es una pena que tengamos que andar así cuando se está haciendo el esfuerzo de aprender y trabajar con estas plataformas y poniendo nuestros equipos y conexiones web a disposición de la Administración.
En fin, desde el Servicio del Defensor, instamos a la Administración a que escuche, reconsidere y tome las medidas adecuadas para atender debidamente los problemas que los docentes estamos viviendo y que está llevando a que nos sintamos los grandes olvidados de esta pandemia. Como dice Saturnino Acosta en su artículo "No es región para maestros": Las maestras y maestros somos para nuestra Administración, la primera línea que otrora utilizaban los generales en batallas cruentas, como bajas necesarias, como bajas asumibles, y en el peor de los casos invisibles.
Pues, no queremos ser bajas por mucho que luego se nos impongan medallas queremos ser únicamente maestros/as y profesor/as que se sientan escuchados.
